¿Qué mejor momento que el 16 y 17 de octubre, final de fiestas del Pilar, para organizar en pleno centro, en el colegio San Vicente de Paúl, un rastrillo solidario de la Obra Social de las Hijas de la Caridad?
Todos los que pasaron por el conocido Arco del Dean encontraron las puertas del patio del cole abiertas a un animado y sencillo rastrillo. A lo largo del fin de semana no solo pudimos ver en él distintos artículos, sino que, también lo compartimos con muchos voluntarios colaboradores de la Obra Social, así como con distintos usuarios de esa Obra: Así pudimos escuchar la experiencia de
personas que han salido del alcohol y de distintas mujeres que han pasado por el proyecto Siquen y que son acogidas en una casa de las Hijas de la Caridad tras su paso por la cárcel de Zuera al conseguir el tercer grado.
Hubo actividades para niños, juegos y manualidades. También se montó un bar donde pudimos compartir vivencias mientras comíamos y bebíamos algo.
No nos podemos olvidar del video explicativo de la Obra Social ni del concierto de la Orquesta Séptima, en la que uno de los cantantes forma parte de un proyecto. Las distintas y variadas actividades permitieron explicar y sensibilizar sobre la dura realidad de las personas que pertenecen a la Obra, pero, sobre todo, transmitieron mucha ilusión, mucha entrega y mucha vida.
Ver a hermanas, trabajadores, voluntarios, exalumnos, profesores, usuarios…todos juntos en el rastrillo, hace agradecer la riqueza y grandeza de la familia vicenciana. Hoy en día también es posible salir de uno mismo y pensar en el otro, y más, si necesita
nuestra ayuda. No solo es importante la eficacia, la rentabilidad o el poder. Humanidad, cariño, escucha, respeto, cercanía, entrega… Entre todos, es posible.
En el rastrillo de manera discreta y sencilla, lo vimos muchos. Eso fue lo que hizo que los que acudieron, tuvieran ganas de ayudar y colaborar.
¡Gracias a todos por hacerlo posible!
